Las empresas madrileñas recibirán 2.500 euros por cada contrato de teletrabajo que formalicen: más ventajas por la digitalización del negocio.
El teletrabajo, ese concepto que hace un año sonaba a “rara avis” en las empresas españolas, se ha convertido en la modalidad de trabajo con mayor tasa de crecimiento en nuestro país. La pandemia y la necesidad de superar esta situación sanitaria y sus consecuencias económicas han obligado a reconvertirse a las empresas y a sus empleados, que ahora ven posible desempeñar sus funciones habituales desde el salón de sus casas.
Este cambio de modelo ha traído consigo un cambio normativo en todo el territorio nacional y un incremento en los niveles de digitalización en los diferentes procesos de las empresas, sin importar su tamaño.
En los últimos días hemos visto cómo las entidades públicas se implican en esta transformación, hasta tal punto que algunas administraciones, como la Comunidad de Madrid, ha informado que premiará a aquellas pymes y autónomos que apuesten por el teletrabajo.
En concreto, el presupuesto de la comunidad dirigida por Díaz Ayuso destinará hasta 8,7 millones de euros en ayudas para el fomento de la responsabilidad social y la conciliación laboral entre las pymes y autónomos de la región, con el objetivo de afrontar la crisis sanitaria a causa de la COVID-19.
Una de las líneas de ayuda, en materia de conciliación, concederá a estas empresas 2.500€ de subvención por cada contrato de teletrabajo individual que formalicen, bien transformando un contrato actual o por nueva incorporación. También se incentivarán contratos que incluyan flexibilidad horaria, y se subvencionará hasta el 75% del coste de los equipos electrónicos necesarios para la implantación del teletrabajo.
Esta apuesta por el teletrabajo lo es por la digitalización. Al desaparecer, de forma temporal o permanente, el concepto del trabajo presencial, lo hacen también todos procesos tradicionales vinculados a la relación entre la empresa y sus empleados, como son todos aquellos que pertenecen a las relaciones laborales: se eliminan el papel, las firmas manuscritas, los registros horarios con sistemas mecánicos, etc. Lo habitual ahora es poder “fichar” desde el móvil o poder presentar un justificante médico desde la misma consulta. Gracias a los portales del empleado, plataformas 100% digitales, es posible.