Tres problemas que deben evitar las empresas en proceso de transformación digital
¿Hacer las cosas como se han hecho siempre, o transformarse y avanzar hacia un nuevo modelo? Cuando una organización se plantea un cambio, muy probablemente sea porque es necesario y se ha detectado que una mejora es posible.
La transformación digital en las empresas está en boca de todos, pero no podemos perder de vista que son las personas las que dan sentido a esas empresas. El impacto de la tecnología en todos los ámbitos de la empresa provoca que surjan nuevas soluciones y maneras de trabajar y organizar las tareas.
Pero, ¿a qué se enfrentan las compañías cuando están dentro de un proceso de transformación cultural?
- Resistencia al cambio: el primer problema a superar es la oposición a cualquier cambio en la organización. Algunos empleados ven en todo lo digital una amenaza para su puesto de trabajo.
- Falta de liderazgo de los directivos: si los directivos no desarrollan habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y colaboración para maximizar el talento, ni demuestra conocimientos digitales, será más complicado hacer un trabajo conjunto para la transformación.
- Desmotivación y estrés: en plena era de conectividad, la digitalización no trae sólo buenas noticias. Un mal uso de la tecnología puede llevar a las personas a la hiperconectividad, la fatiga, a hacerlas más agresivas y a la falta de interés en general. Por eso, hay que evitar el uso de tecnología sin control, fomentando sólo aquellos procesos innovadores que realmente se vean útiles.
Plantear soluciones de fácil implantación, cuyo aprendizaje sea sencillo y asequible por todos y que sirva para mejorar el día a día de los empleados es, por tanto, la clave para iniciar un proceso de transformación tecnológica en las organizaciones. Desde nuestro punto de vista, y así nos lo han hecho saber todos nuestros usuarios, el portal del empleado HERA cumple con todas estas características.